Ingredientes para la salsa bechamel:
30gr de fécula de patata
50gr de mantequilla
400ml de leche a temperatura ambiente
sal y pimienta, al gusto
Una pizca de nuez moscada
batidora de mano
Una cuchara de madera
(Se conserva bien varios días en el frigorífico para usarla en otras recetas)
Elaboración:
Elaboramos primero la salsa de tomate si la vamos a querer casera. Para ello, enjuagamos los tomates y le hacemos un corte superficial en forma de cruz en la base superior
En una cacerola grande con bastante agua, los cocemos a fuego bajo/medio unos 30 segundos aproximadamente, para poder quitarles posteriormente la piel con facilidad.
Los metemos en un cuenco con agua muy fría (ayuda también a quitarles la piel con facilidad)
En una cacerola con un poco de aceite, sofreímos a fuego medio el pimiento pelado y cortado en trozos unos 7 minutos que veamos que empieza a ablandarse. Añadimos la sal, los ajos pelados y cortados en dos, el azúcar y los tomates pelados y troceados. Los dejamos freír durante 25-30 minutos a fuego bajo y removiendo de vez en cuando.
Apartamos del fuego y lo trituramos todo muy bien. Y reservamos.
Enjuagamos bien las berenjenas. Las cortamos por la mitad a lo largo, de manera que nos queden 4 berenjenas medias, y le hacemos cortes (foto al final de la receta).
Las salamos y las colocamos con la piel hacia arriba en nuestra bandeja del horno, previamente pincelado con un poco de aceite (foto al final de la receta).
Precalentamos el horno a 200 grados, y horneamos en rejilla media a 180 grados 20 minutos aproximadamente.
Aprovechamos mientras tanto para hacer el refrito. Para ello en una sartén con un poco de aceite a fuego medio, freímos un poco el pimiento picadito e incorporamos el ajo también picadito. Dejamos que se dore todo un poco y añadimos la carne picada. Removemos todo muy bien, y lo dejamos freír removiendo de vez en cuando, hasta que veamos que la carne haya soltado toda su agua. Añadimos la salsa de tomate, lo mezclamos todo muy bien, freímos unos minutos más, y reservamos.
Pasado el tiempo, las sacamos del horno con cuidado de no quemarnos, y las dejamos enfriar un poco. Vamos vaciando las berenjenas con cuidado con la ayuda de una cuchara, y las vamos cortando con unas tijeras. La mezclamos muy bien con el refrito que tenemos reservado, y reservamos.
A continuación elaboramos la bechamel. Para ello, en una sartén preferiblemente sin aceite a fuego bajo, derretimos la mantequilla. Cuando se haya derretido, incorporamos la fécula y removemos sin parar hasta que veamos que se ha formado una especie de crema líquida.
Seguidamente añadimos la sal, la pimienta, la nuez moscada (aconsejo añadir poca cantidad. Siempre se le puede añadir más al final) y un poco de leche. Y removemos bien.
Veremos que la crema va siendo mas consistente. Vamos añadiendo poco a poco sin dejar de remover el resto de la leche. Veremos que le salen grumos, pero con la fécula es normal. Mas adelante desaparecerán.
Una vez añadida toda la leche, es posible que nos haya quedado una especie de masa gelatinosa, pero es normal también con la fécula.
Apartamos del fuego y dejamos enfriar un poco, para a continuación introducirla en el vaso de la batidora. Le añadimos un poco más de leche y lo trituramos un poco.
Veremos que ya no tiene grumos, y se nos quedó algo gelatinosa, también habrá desaparecido dicha textura.
Comprobamos de sal, etc... y su textura. Y si la queremos más líquida, añadir mas leche. Y reservamos.
Colocamos nuestras berenjenas vacías en nuestra bandeja del horno de nuevo, y vamos añadiendo a cada berenjena los ingredientes en el siguiente orden:
1-Mezcla del refrito que ya hemos mezclado con las berenjenas.
2-Salsa Bechamel
3-Queso mozarrella
4-Queso en polvo
Precalentamos el horno a 200 grados, y horneamos a 200 grados durante 15 minutos aproximadamente (cuando veamos que se han dorado), con rejilla media y con la función grill.
Sacamos la bandeja del horno con cuidado de no quemarnos, emplatamos nuestras riquísimas berenjenas en nuestra bandeja a servir...
¡¡¡ Y LISTO... QUE APROVECHEN !!!
Comentarios