BIZCOCHO DE CHOCOLATE Y ALMENDRAS
-SIN HARINAS Y SIN LACTOSA-
En esta ocasión os traigo un bizcocho que además de ser naturalmente libre de cereales y por lo tanto sin gluten, es completamente libre de harinas (sólo almidón/fécula) y sin lactosa, puesto que no contiene nada de leche. Y todo ello debido a que necesitaba elaborar un bizcocho con estas características para una tarde de merienda con mis queridas amigas y los peques. De las cuales una ellas es intolerante a la lactosa, y otra, su hija, es intolerante al gluten. Por lo que no podía faltar un dulce que pudiéramos comer y gustara a tod@s. Y así fue, el resultado fue increíble... faltó más bizcocho, jejeje, nos encantó a tod@s, la verdad es que hasta yo misma me sorprendí.
Un bizcocho que he elaborado, buscando los ingredientes adecuados, para que su resultado fuese tierno y esponjoso durante días, y que además su sabor fuese a chocolate suave, mezclado con un ligero sabor a almendras. Y como toque final, su azúcar glass casero y sus almendras tostadas trituradas para su decoración.
Molde para horno desmontable redondo de 26cm x 6cm de alto
Batidora eléctrica
Molinillo de café
Papel film transparente o gorro de ducha
papel de horno
5 huevos
70ml de aceite de girasol
30ml de aceite de coco
75gr de fécula de patata
75gr de almidón de tapioca
15gr de levadura química
150gr de azúcar moreno integral de caña + 5 cucharadas soperas más
100gr de almendras tostadas + un poco para la decoración
Una cucharadita de postre de esencia de aroma de vainilla
Azúcar glass casero (50gr de azúcar blanca + 1/2 cucharadita de almidón de tapioca). Pues como ya sabemos no existe alguno que no contenga almidón de cereal " o al menos yo no lo he econtrado". Por lo que debemos elaborarlo nosotros mismos. Recomendación ver...
"COMO SUSTITUIR INGREDIENTES".
Elaboración:
En un cuenco amplio añadimos los aceites, la fécula y el almidón, la levadura, los 150gr de azúcar moreno, el cacao, y la vainilla. Mezclamos bien, y reservamos.
Con la ayuda de nuestra batidora, trituramos las almendras sin hacerlo del todo, es decir que no quede como harina. Y reservamos. -Recordar reservar unas pocas más para la decoración-.
Separamos las claras de las yemas....
En un cuenco, montamos las claras a punto de nieve. Para ello, debemos asegurarnos que el cuenco esté limpio y seco. Introducimos las claras junto con la sal, y con la ayuda de las varillas eléctricas, batimos a velocidad baja hasta que veamos que espumea. Subimos un poco de potencia y seguimos batiendo hasta que veamos que esté firme, que veamos que al volcar el cuenco, la mezcla no se cae, queda firme. Y reservamos.
En otro cuenco, batimos las yemas con el azúcar moreno (las 5 cucharadas soperas). Y reservamos.
Al cuenco donde tenemos bien mezclados los aceites, la fécula y el almidón, etc... le añadimos las yemas batidas, y lo mezclamos todo muy bien con cuidado, con la ayuda de una espátula de silicona de cocina, con movimientos lentos y envolventes. Y a continuación le vamos añadiendo poco a poco y mezclando de igual forma, las claras montadas. Hasta conseguir una mezcla más bien líquida y homogénea.
Añadimos nuestra mezcla al molde para horno, previamente habiendo colocado papel de horno por todos sus lados. Para que nos sea más fácil adaptarlo al molde, ya que es redondo, mojamos una pizca el papel, lo arrugamos un poco, haciendo una bola, lo abrimos, y lo colocamos al molde.
Precalentamos el horno a 200 grados, y horneamos nuestro bizcocho a 180 grados durante 35 minutos con rejilla media.
Lo dejamos enfriar del todo dentro del horno con la puerta entreabierta. Posteriormente lo sacamos y lo desmoldamos con cuidado. Para ello, quitamos la parte del molde desmontable, y con la ayuda de una espátula de plástico de cocina vamos despegando el papel de horno por todo su contorno poco a poco, para que no se desmorone. Y para quitar la parte de abajo, con la ayuda de un plato, le damos la vuelta, y con nuestra espátula, le vamos quitando igualmente con cuidado el papel de horno. Y le damos la vuelta de nuevo, para colocarlo en su base del molde de nuevo.
Una vez totalmente desmoldado y en su base del molde, le colocamos de nuevo la parte desmontable, y tapamos nuestro bizcocho con papel film transparente o gorro de ducha, para que se mantenga su frescura y humedad. Y lo metemos en el frigorífico al menos 1 hora, para que se compacten mejor todos los ingredientes.
Mientras tanto, elaboramos el azúcar glass. Para ello, con la ayuda de un molinillo de café vamos a ir moliendo un poco de azúcar con una pizca del almidón, poco a poco. Lo vamos tamizando e ir pasándolo ya a un cuenco. y así hasta completar las cantidades. Tiene que ser poco a poco, hasta que nos haya quedado todo muy fino.
Le quitamos el gorro de ducha, lo adornamos con el azúcar glass por todo su superficie y lo tambaleamos un poco para que caiga por su contorno. Le quitamos la parte desmontable del molde, le añadimos las almendras tostadas medio trituradas que teníamos reservadas para finalizar su decoración...
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