TARTALETAS PARA CANAPÉS
(100% CASERAS)
Las tartaletas, son una opción ideal para presentar como plato de aperitivo, rellenándolos de multitud de diferentes ingredientes. Y que al comerlos están riquísimos, pues saboreamos dichos ingredientes junto con la textura crujiente de las tartaletas.
Son ideales para cualquier evento o reunión especial, como por ejemplo para éstas fiestas navideñas que están a punto de llegar... ¡¡¡ Sorprenderéis a vuestros invitad@s con éstas riquísimas tartaletas!!!.
Como ya sabéis, no hay tartaletas libres de cereales en supermercados, tiendas de alimentación o incluso online. Por lo que tenemos que hacerlas nosotros mismos. Pero no preocupéis porque son muy fáciles de hacer.
Además duran con dicha textura durante días. Por lo que podemos guardarlas, y rellenarlas en cualquier momento.
Se hacen con molde para horno, pero también se pueden hacer sin molde, pero no quedarían todas de igual tamaño, y además, se tardaría más en hacer la forma de la tartaleta.
Para ello, haremos una "masa quebrada", que es lo que le da esa textura firme pero crujiente similar a la de una galleta... Recomendación ver... "QUICHE DE VERDURAS CON MASA QUEBRADA 100% CASERA" o "TARTA DE FRESA QUEBRADA (100% CASERA)".
¿Os gustaría probar estas riquísimas tartaletas, acompañadas de los ingredientes que más os gustan?
Ingredientes:
(Para 48 canapés aproximadamente)
Molde para horno de 24 huecos de 4 x 1,5cm
rodillo de cocina
papel film transparente
150gr de mantequilla sin sal (100gr fría)
2 huevos M (fríos)
Una cucharada sopera de azúcar
10gr de sal
200gr de harina de almendras
100gr de harina de trigo sarraceno
20gr de harina de coco
40gr de almidón de tapioca
40gr de fécula de patata
8gr de psyllium
(Tamizar siempre las harinas)
Elaboración:
Lo primero de debemos hacer,,, en un cuenco, derretir los 50gr de mantequilla que no esté fría, que se pueda mezclar bien con el psyllium. Si es necesario, calentarla en el microondas lo justo para que se pueda mezclar bien. Y reservamos.
En un bol o cuenco grande, añadimos el resto de la mantequilla en trozos, los 100gr (recordar que debe estar fría). Junto con la sal, el azúcar y los huevos. Y batimos a velocidad baja/media, hasta que veamos que la mezcla se parece como a un revuelto.
A continuación, le añadimos las harinas previamente tamizadas, y los almidones. Y mezclamos bien con una espátula de silicona. Le añadimos la mezcla del Psyllium que tenemos reservada, y lo mezclamos muy todo muy. Hasta que veamos que la mezcla queda como bolitas.
A partir de aquí amasamos con las manos poco a poco, hasta que veamos que la masa queda compacta, que no se pega ni al cuenco ni a las manos.
Sacamos la masa del cuenco, y en la encimera, limpia, hacemos una bola con ella con las manos. Metemos la bola en el cuenco de nuevo, la tapamos con papel film transparente, y la metemos en el frigorífico al menos una hora y media. -Hasta aquí, este proceso lo podemos hacer el día antes-.
Pasado el tiempo, o al día siguiente si ha sido el caso, sacamos la masa del frigorífico. La partimos en dos con la ayuda de un cortador de masa, y ésta en dos igualmente. Y hacemos una bola con cada una de ellas. -Indicar que igualmente, en este momento, podemos congelar las partes que no necesitemos, envuetas en papel film transparente, y cuando la vayamos a utilizar, la descongelamos, y seguimos el proceso que indico a continuación-.
A continuación, ponemos papel film transparente en la encimera, y encima una de las partes de la masa que hemos cortado. Ponemos encima de esta otro papel film transparente, y con la ayuda de un rodillo de cocina, vamos aplastando la masa, hasta que nos quede un grosor de no más de 3mm (grosor de una moneda de 1 euro).
Para hacer los moldes redondos, lo haremos con la ayuda de la boca de un vaso de tubo o similar. Debe ser algo más grande que el hueco del molde para horno. Para ello, sin quitar el papel film transparente, vamos aplastando la boca del vaso por toda la masa. Sacamos con cuidado cada molde redondo, y lo vamos poniendo encima de cada hueco del molde.
Y con cuidado de que no se parta, lo vamos aplastado hacia el fondo del molde, con la ayuda de la parte trasera del mazo de un mortero, o similar. Y vamos adaptando la masa al hueco del molde.
Si se rompe por algún lado, sólo tenemos que ponerle un pelín de masa restante y pegarla con los dedos. Decir también que no es necesario poner encima garbanzos o algún otro ingrediente, como ocurre con las masas hechas de trigo, pues al no tener gluten, no nos va a subir la masa en el horno.
Y así sucesivamente hasta acabar con los 4 trozos de masa. La masa que nos va quedando sobrante al hacer los moldes, la hacemos una bola, la aplastamos, y vamos haciendo el mismo procedimiento. La cuestión es aprovechar toda la masa.
Precalentamos el horno a 200 grados, y horneamos a 200 grados durante 20 minutos aproximadamente. Que veamos que quedan doraditos. -Si no tenéis la opción de meter los dos moldes a la vez en el horno, como es mi caso, guardar uno en el frigorífico tapado con papel film transparente hasta que se vaya hornear. O también podemos meter ambos en el frigorífico, para hornearlos al día siguiente-.
Las sacamos del horno, las desmoldamos de los huecos, y las dejamos enfriar del todo en nuestra rejilla. Una vez estén a temperatura ambiente, las podemos rellenar para degustarlas, o las podemos guardar en un recipiente con tapa durante varios días, hasta que vayamos a rellenarlas.
Emplatamos nuestras riquísimas tartaletas rellenas, con nuestros ingredientes preferidos...
¡¡¡ Y LISTO... QUE APROVECHEN !!!
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